Es una cirugía de los ojos que cambia de manera permanente la forma de la córnea (la cubierta transparente en la parte frontal del ojo) con el fin de mejorar la visión y reducir la dependencia de una persona de las gafas o de los lentes de contacto.
Para una visión clara, la córnea y el cristalino del ojo deben inclinar (refractar) los rayos de luz adecuadamente, de manera que las imágenes se enfoquen de manera clara en la retina. De lo contrario, las imágenes serán borrosas.
Esta borrosidad se denomina "error de refracción" y es causada por una diferencia entre la forma de la córnea (curvatura) y la longitud del ojo.
El LASIK emplea un láser excímero (un láser ultravioleta) para extraer con precisión tejido corneal, dando una nueva forma, de manera que los rayos de luz se enfoquen claramente sobre la retina. El LASIK hace que la córnea se vuelva más delgada.
La cirugía LASIK es un procedimiento quirúrgico ambulatorio que tarda de diez a quince minutos por cada ojo.